La temporada se acabó y no porque el Olímpico de Turín estuviese totalmente vacío por la sanción impuesta debido a los gritos racistas contra Balotelli, sino porque es una de las ideas que pasará por las cabezas de los aficionados blanquinegros al ver el tramo final de temporada de su equipo. En cuanto a puntuación y resultados es un desastre, tanto que el tercer puesto se puede convertir en una bendición más que en una maldición al tener a la Fiorentina y al Genoa pisándoles los talones.
Algo falla en la casa de la FIAT, pese al buen juego que desarrolla el equipo los reusltados no acompañan y la suerte se fugó del campo de Piamonte. Un campo absolutamente vacío (excepto por la autoridades del palco) y presidido por una pancarta que rezaba: "La Juventus contra el racismo, el blanco que abraza al negro". Quizás la frialdad de la ausencia de público fue uno de los inconvenientes del partido de hoy, pero se trata de un estadio muy callado habitualmente. Y el Atalanta dejó aún más frío el encuentro al adelantarse en el minuto 2 por mediación de Cigarini con un disparo que desvió un defensor.
Pero la Juve no se amedrentó, cargo con el juego del partido y llegaba en ocasiones constantes por ambas bandas, aunque el equipo visitante tuvo las ocasiones más claras a la contra, aunque el mal estado de forma de Doni provocó un gran número de fallos.
La cabeza de Iaquinta apareció en el 26 para dar esperanzas a la Juve en su lucha por el segundo puesto. Y esta ilusión explotó con el espectacular disparo de Zanetti que adelantó a los blanquinegros diez minutos después del segundo tanto. Y cuando todo parecía encarrilado apareció un recién ingresado en el campo Pellegrino para poner las tablas y el definitivo 2-2 en el 44'.
Quien más trabajó en la segunda mitad fueron los largueros y los palos de ambas partes, pero el marcador no se movió y el equipo local vio como los tantos de Zanetti y Iaquinta no habían servido de nada y como la Fiorentina se pone a tan sólo un punto.
Pero no todo son malas noticias, el entrenador Claudio Ranieri ha asegurado su continuidad en el club de Turín y todo el fútbol italiano espera un gran trabajo para construir un equipo ganador de cara a la próxima temporada que pueda hacer frente al ahora todopoderoso Inter de Milán. Esperemos una liga más apasionada el próximo año donde Juventus, Milan, Roma, Fiorentina, Lazio, Genoa y otros invitados estén al mejor nivel y den lo mejor de sí mismos. En ésta queda poco por hacer.
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