lunes, 16 de marzo de 2009

Sangre, sudor y Giovinco

No se dejen engañar por los resultados, esto es calcio y aunque se marquen cientos de goles hay dos elementos que nunca faltan en un partido ( y mucho menos en uno de la "Vieja Señora"): esfuerzo y trabajo. En este Scudetto no hay lugar para los errores, pero sí para la magia.
La Juventus se impuso por 4 tantos a 1 al un Bologna blandito en defensa pero guerrero en el centro del campo. La apuesta de los granas en la velocidad era clara y obtuvo una recompensa muy temprana con un gran tanto de Mutarelli en el 24'. Pero la Juve reaccionó y un Giovinco especialmente activo tomó la iniciativa ofensiva junto al curtido Del Piero.
Durante los duros lances del partido, Chiellini sufrió un golpe en su nariz que le provocó un sangrado alarmante y una rotura de nariz que no impidió que siguiera en el campo durante todo el encuentro.



Chiellini sufrió una rotura en su nariz
Imagen del diario La Stampa


Todo hacía presagiar la continuación de la mala noche del miércoles en la que perdió la Juve frente al Chelsea, pero la segunda mitad lo cambió todo. El juego de los blanquinegros fue desbordante, Iaquinta se convirtió en un incordio constante para la defensa y la magia de Giovinco apareció en el Olímpico de Turín. El joven jugador realizó el centro que convirtió Salidhamizic en el minuto 48 y él mismo mediante una gran acción técnica anotó el segundo tanto en el 71'.
La Juventus se desmelenó en el campo jugó al toque y con velocidad y el Bologna no pudo hacer nada puesto que el desgaste físico que realizó en la primera parte fue enorme. Del Piero remató la fiesta turinesa con dos tantos de fenómeno en los minutos 75 y 87. Los boloñeses recibieron un excesivo castigo de una Juve animada. El encuentro se convirtió en una oportunidad para el debut de Ciro Immobile y Ayub Daud del "primavera".
La victoria ayuda a calmar los ánimos en vistas al próximo partido de Coppa y a lo que queda de Liga. Las lesiones de Nedved y Legrottaglie mantinenen en vilo a una afición que sueña con volver a tocar el cielo tras haber vivido el infierno de la Serie B.

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